jueves, 26 de noviembre de 2009

Cierres, despidos e Ikea

No lo entiendo. Hoy en el blog Vicasa no se cierra se anuncia que "entre esta tarde y mañana se apagará el último horno que aún estaba operativo en la fábrica de botellas de Jerez". Así, de golpe y porrazo, y en menos de tres meses, mañana la ciudad perderá uno de sus mayores símbolos y una de las pocas industrias que le quedaba. Tras 114 años, los hornos de estas instalaciones dejaran de funcionar.


El acuerdo alcanzado entre trabajadores y empresa supondrá que 40 empleados permanecerán en el nuevo centro que Vicasa tiene pensado poner en marcha en las instalaciones que la factoría mantenga en la ciudad, otros 44 serán prejubilados y 28 se trasladarán a la factoría que esta entidad posee en Alcalá de Guadarira, Sevilla. ¿Y ahora qué?

Además del daño que se le ha causado a los trabajadores y sus familias, la ciudad se queda sin un referente importantísimo. Perdemos una de las escasas industrias aparentemente fuertes que teníamos y el paro sigue subiendo de forma alarmante sin que, hasta la fecha, ninguna medida para frenarlo haya ayudado demasiado. Y es que argumentar que Ikea es la gran solución, ya huele.

Necesitamos que nuestro Ayuntamiento consiga convencer a alguna industria de que Jerez es el espacio adecuado para que desarrollen su actividad. Y para eso hay que trabajar mucho y muy duro, además de abaratar los costes que supone plantarse en alguno de nuestros inmensos polígonos industriales. Y lo digo con conocimiento de causa. De qué nos sirve tener tanto suelo industrial si no sabemos con que rellenarlo??

Hace poco menos de una semana (antes de que la Gripe A invadiera mi organismo), gracias a mi trabajo visité una nueva empresa centrada en la fabricación de maquinaria que se ha ubicado en El Puerto de Santa María. Sus porpietarios, tres socios jóvenes y con las ideas muy claras, intentaron montar la empresa en Jerez pero los elevados costes hicieron que se decantaran por El Puerto. Esta empresa en la actualidad tiene contratado a unos 30 trabajadores y algunos de ellos son ex-empleados de la maltrecha Delphi.


De igual forma, falta en Jerez un nido de empresas similar al existente en la localidad vecina (lo que tenemos es insuficiente), naves para que emprendedores puedan asentarse en ellas con alquileres bajos y voluntad para hacer de la vieja ciudad del vino una mina de oportunidades.

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