viernes, 20 de agosto de 2010

Una cuestión de género

Mirando las fotografías de mis últimos viajes a Turquía y Túnez, no he podido evitar reflexionar sobre uno de los temas que más polémica parece haber levantado en los últimos meses y que, sospecho, se transformará en una nueva arma arrojadiza entre los dos grandes partidos que aspiran a Gobernar este país durante la próxima campaña pre-electoral: la prohibición del burka y el niqap en los espacios públicos.

De hecho, si hace escasamente un año se me hubiese preguntado sobre este asunto, sin ningún tipo de formación en género, hubiese llegado a afirmar que este es un tema cultural y que debemos ser más tolerantes en este sentido. No obstante,  mis ojos han adquirido otra visión, una más comprometida con la lucha de la igualdad de los derechos de la mujer y tras leer y escuchar muchos testimos de activistas musulmanas, no creo que sea una cuestion cultural sino más bien un problema de género serio que se intenta enmascarar.

Es bastante paradójico observar en las playas tunecinas, por ejemplo, a un matrimonio en el que ella, totalmente ataviada de negro, sólo deja entrever sus ojos, mientras que él viste un bañador occidental de marca norteamericana y grandes gafas de aviador. Ella como buena mujer musualmana se encarga de los hijos y él disfruta de la tranquilidad que le da un buen chapuzón en el mar. La visión de esta pareja es bastante significativa porque ellos, que defienden a capa y espada su cultura, sí han decidido cambiar su vestimenta y ser, en este sentido, plenamente occidentales mientras que es ella la que debe cargar con el peso de la identidad cultural a sus espaldas.

El prestigio de un hombre en el mundo musulmán se mantiene o se derrumba gracias al comportamiento “correcto” de las mujeres de su familia y una mujer musulmana adquiere su estatus en relación a los hijos varones que ésta ha dado a luz. Esta situación provoca que las mujeres carezcan por completo de libertad, conocimiento y derechos en muchos rincones del mundo.


Además de ello, la idea de reforzar la identidad del pueblo musulmán ante el capitalismo occidental ha empeorado drásticamente la situación de las mujeres. De hecho, como ya he señalado, en ellas ha recaído, para su desgracia, la garantía de que esta identidad se mantenga. Es decir, la obsesión de la identidad se manifiesta en todas las capas de su población pero es en el sexo femenino donde llega a su máxima expresión. Como indica Sophie Bessis, en su libro Los árabes, las mujeres, la libertad, “la religión es la base de la identidad, y la mujer cubierta, su garantía. Identidad = religión = mujer cubierta, he aquí el tríptico que los movimientos islamistas proponen a la conciencia de los árabes y que la mayoría de estos han interiorizado sin apenas dificultad” . Pero si las mujeres, encargadas desde siempre de llevar este peso sobre sus espaldas, se niegan a ello “existe el peligro de disolución de la identidad”, porque “si las mujeres trastornan este orden del mundo, desaparecería el orden” .

Hay que tener en cuenta que cada persona tiene derecho de creer en lo que quiera. De igual forma, todo el mundo puede vestir como le venga en gana, pero siempre y cuando estas decisiones se hagan de forma totalmente libre. No obstante, el burka o el hiqap son jaulas que refejan un sistema patriarcal tradicionalista que asfixia a la mujer. 

En este país, la lucha en favor de los derechos de la mujer ha ocasionado grandes avances que hoy en día nos otorgan cierta libertad y por ello no debemos aceptar que haya mujeres que por procesar una determinada religión vivan recluidas en el hogar o tras una cortina que las hace invisible. Afortunadamente para nosotras, en España, las mujeres tenemos derechos, deberes y leyes que nos protegen, aunque no podemos bajar la guardia. Y por ello, el burka, con todas sus connotaciones, no debería ser tolerado bajo ningún concepto. Repito, no es una cuestión cultural sino de género lo que encierra este instrumento reflejo de un claro apartheid sexual, y si no ¿por qué no visten ellos con los trajes tradicionales de cada uno de sus países de origen? ¿por qué ellos si pueden vestir de forma occidental y ellas no?

En Turquía o en Francia existen leyes nacionales donde se deja bien claro que ninguna mujer que trabaje en la administración pública debe llevar el velo mientras que esté en su puesto. Aquí, en España, no se pide tanto, los ayuntamientos que han decidido tomar medidas en este sentido en ningún momento hablan de la prohibición del velo, sino del bruka y el niqap, dos piezas que no sólo no dejan ver el cabello de las mujeres sino que les tapa el rostro. Son prendas que a todos nos han horrorizado cuando las hemos visto sobre las mujeres afganas y que hemos rechazado... ¿por qué ahora nos parece mal que se prohiban en España? Insisto, no hablamos del velo, esa es otra historia que también habrá que abordar en un futuro, aunque de momento vayamos paso a paso.

Sólo espero que socialistas y populares sean responsables a la hora de abordar este asunto en el parlamento y que la responsabilidad haga acto de presencia especialmente entre quienes no hace mucho defendían de forma importante los derechos de la mujer. Porque si soy sincera, no me gusta nada, absolutamente nada, como el Ministerio de Igualdad está abordando este asunto. De hecho, estoy hasta decepcionada, ya que en otros asuntos ha hecho lo que tenía que hacer pese a las críticas reaccionarias y las manifestaciones.
       

martes, 13 de julio de 2010

Lo que no consiga el fútbol...

Resulta verdaderamente llamativo todo lo que ha ocurrido en España en las últimas dos semanas. En estos días catalanes, vascos, canarios, andaluces, ceutíes, gallegos, manchegos, aragoneses, madrileños... se han vestido con orgullo con los colores de la bandera de España, un símbolo que hasta antes de ayer parecía que a muchos les pesaba por ver en él ciertas connotaciones un tanto desfasadas. No he podido dejar de sonreir cuando he visto decenas de casas luciendo banderas, a algún que otro hippie con la cara pintada con los colores rojo y amarillo y unos amigos que presumen de ser vascos sobre todas las cosas gritar con el gol de Iniesta.

Pienso en ello y no me queda nada claro que esta unión marcada por el orgullo patriótico de ser español dure más de una semana. Vivimos en un país muy complejo que tienen hacia el federalismo de forma aparentemente irremediable y donde, en la mayoría de las ocasiones, los nacionalismos nos dividen más que nos unen. Además de ello, nuestra realidad parece empeñada en hacer de la bandera un símbolo de una ideología concreta (cuando no debería ser así), y es que en España no logramos superar ciertos complejos que por desgracia arrastramos aún de un pasado que es más reciente de lo que nos gustaría.

Yo misma nunca he lucido los colores nacionales (ni creo que lo haga), y aunque parezca una soberana estupidez, esa es la pura realidad, al igual que carezco de sentimientos nacionalistas aunque sí los tenga localistas. No obstante, cuando he estado en el extranjero o he visto a la selección en acción en este Mundial el orgullo patrio se ha apoderado de mí.

En tierras lejanas no paro de hablar de lo buena que es nuestra comida, de lo magnífica que son nuestras playas, de lo buena gente que somos en España, de nuestro clima, hasta presumo de sanidad pública (cuando aquí la critico con demasiada continuidad) y de los avances sociales que hemos alcanzado en tan solo 30 años de democracia. Cuando he estado en Turquía, Cuba, Túnez o en Italia he pensado en la gran suerte que tengo de ser española.

Lo mismo me ha pasado con la selección de fútbol. Y es que al margen de lo que hayan conseguido por méritos propios a nivel deportivo, me he sentido muy orgullosa de que me representara un grupo de chavales humilde, unido y que han transmitido unos valores muy buenos a quienes cada semana se han sentado a ver sus partidos. Esta selección a mi me ha enamorado (además de por ganar la Copa del Mundo) por su elegancia en el terreno de juego, por su saber estar en todas y cada una de las ocasiones, por su cercanía, por su talante, su sencillez, su hermandad y su sinceridad.

Y como no, por su capitán. San Iker que desde mi punto de vista ha dado a muchos en las narices con sus paradones y el gran beso que le dio a Sara Carbonero. De hecho, este tema es digno de un análisis más detallado ya que el machismo con el que se ha tratado a esta profesional de los medios de comunicación ha clamado al cielo. Sólo espero que a cada cerdo le llegue su San Martín y que a aquellos que han dicho estupideces sobre ella y su relación con el portero de la selección nacional queden desacreditados para el resto de su carrera seudoprofesional. Ella ha hecho un trabajo impecable en el mes y medio que ha estado en Sudáfrica, no ha perdido la compostura en ningún momento y se ha hecho más directos de los que muchos periodistas estarían dispuestos ha soportar. Ha demostrado con creces que además de ser una cara bonita es una gran reportera deportiva y que no le tiembla el pulso a la hora de preguntar a quien sea.

He visto muchas veces (como toda España) la entrevista que Sara le intentó realizar a Iker tras la victoria ante Holanda y ella en ningún momento perdió las formas. De hecho, cuando el capitán se emocionó, Carbonero intentó desviar el tema y hablar del partido pero fue él quien quiso mostrar lo importante que en ese momento era ella y sus sentimientos. Y muy bien hecho Casillas, además, seamos sinceros, la ocasión lo merecía. Todos nos emocionamos y gritamos un ole auténtico, porque ese es el particular gol que el guardameta le ha metido a algunos rancios que hablan o escriben de más.

En fin, que entre unas cosas y otras, estos días España está patas arriba. Parece que de momento la crisis nos ha dado un respiro y hasta ZP se animó a darse un baño de multitudes ayer, algo que creo que será difícil que vuelva a pasar.

Lo que no consiga el fútbol...

Unas disculpas agridulces

Como he estado varios días hasta arriba, no he tenido la oportunidad de colgar las disculpas del Ayuntamiento de Jerez a los medios por su atuación nada acertada de hace unos días. Dicen que es sabios rectificar, no obstante creo que hay temas en los que no se puede meter la pata de esa forma. Muestra una enorme torpeza por parte de quien haya permitido que eso sucediera ya sea la alcaldesa o Pepito Piscinas. Sigo perpleja por lo ocurrido y la verdad es que las explicaciones del Consistorio (en las que justifican su actuación con una excusa que no es muy creíble) no dejan de ser agridulces.

No obstante, es cierto que es justo dar a conocer las palabras remitidas desde una casa consistorial cada vez más dividida y donde el caos es palpable. Tantas rectificaciones no son buenas.

Ahí os dejo la respuesta del Ayuntamiento, ya que parece que este blog lo lee alguien más que mis amigos!!! 

El Ayuntamiento lamenta los perjuicios que haya podido ocasionar el obligado control de acceso a las dependencias municipales

Las medidas adoptadas han venido impuestas por el deber de garantizar el normal funcionamiento de la Administración local

El Ayuntamiento lamenta los perjuicios que haya podido ocasionar el control del acceso a las dependencias municipales adoptado ayer para garantizar el normal funcionamiento de la Administración y la correcta prestación de los servicios públicos a la ciudadanía.

Como han podido comprobar y sufrir los propios ciudadanos en los últimos días, las protestas de determinados representantes sindicales a las puertas y en el interior del edificio consistorial parecen perseguir el bloqueo de la normal relación entre los jerezanos y su Ayuntamiento, lo que en modo alguno se puede tolerar y por tanto impuso ayer la adopción de medidas de control en evitación de males mayores.

El Ayuntamiento lamenta particularmente que dichas medidas hayan podido dificultar, de forma puntual, el trabajo de los periodistas que habitualmente cubren la información municipal, según ha alertado la Asociación de la Prensa de Jerez. Nada más lejos de la intención de las citadas medidas, habituales por otra parte en la mayoría de los organismos públicos.

En todo caso, el Ayuntamiento pide disculpas a cuantos profesionales de la información se hayan podido ver afectados por un control de acceso que, hay que insistir en ello, persigue única y exclusivamente garantizar el normal funcionamiento de la Administración, lo que incluye sus relaciones con los medios de comunicación, que seguirán teniendo, como siempre, libre acceso a las dependencias municipales habituales

De todo ello fue informada ayer la presidenta de la Asociación de la Prensa de Jerez, María José Pacheco, a quien el Ayuntamiento agradece su mesura y comprensión, agradecimiento que se hace extensible al conjunto de los periodistas de Jerez y ciudadanía en general.

viernes, 9 de julio de 2010

Lo que nos faltaba....

Hoy estoy pasando calor en Madrid. Mi tesina me ha obligado a trasladarme a la capital, por lo que aprovecharé estos días para en contrarme con viejos amigos y debatir, una vez más, las diferentes fórmulas con las que pretendemos arreglar el mundo.


Uno de los temas que estoy segura que trataremos es el de la actual situación de los medios. Todos somos periodistas y a todos nos ha afectado la crisis de una u otra forma. Uno de los temas que seguramente abordaremos es lo que acaba de pasar en Jerez y como estoy que trino, porque no logro entender como una alcaldesa puede ser tan torpe, me voy a limitar a dejaros la nota de prensa remitida por la Asociación de la Prensa de Jerez.


Eso sí, antes me gustaría mostrar mi solidaridad con mis compañeros que desempeñan de la mejor forma que pueden su trabajo en Jerez.


La APJ denuncia el trato por parte del Ayuntamiento de Jerez a los profesionales de los medios impidiéndoles realizar su trabajo


9 de julio de 2010. La Asociación de la Prensa de Jerez denuncia el trato que han sufrido diversos profesionales de los medios de comunicación en los últimos días, a los que se ha invitado a abandonar las dependencias municipales o directamente se les ha impedido el acceso a ellas cuando se encontraban realizando su trabajo cubriendo las informaciones relativas a las protestas de los trabajadores del Consistorio de la localidad.

No es de recibo ni tiene justificación que se haya impedido a los compañeros de los medios la presencia en las dependencias municipales cuando simplemente se encontraban realizando su trabajo, como viene siendo habitual. Aún es más deplorable que en la jornada de hoy haya sido la propia Policía Local la que no ha respetado el ejercicio de su labor a estos compañeros a los que ha impedido la entrada al Consistorio al que, siempre y sin ningún tipo de problema, han podido acceder libremente y donde han podido desarrollar su trabajo con alto grado de responsabilidad.

Esta Asociación recuerda al Consistorio jerezano, al equipo de gobierno y a todas las instituciones públicas que la información es un derecho de la ciudadanía recogido en el artículo 20 de la Constitución Española y que en su deber está facilitar el trabajo a los periodistas, porque en ellos descansa el ejercicio profesional de este derecho.

Los razonamientos para impedir el acceso de los medios al Consistorio no tienen fundamento, y este hecho atenta contra el derecho de la ciudadanía a recibir información libre y veraz y menoscaba la construcción de una opinión pública independiente, eje de toda sociedad democrática.

Desde esta Asociación se va a remitir una carta a la primera autoridad de la ciudad para recabar explicaciones sobre lo ocurrido y para comunicarle que si desde el equipo de gobierno se ha tomado la decisión de chequear y controlar el acceso a la Casa Consistorial lo adecuado es que se haga bajo criterios objetivos que rijan para todos los ciudadanos por igual, no sólo para los profesionales de la prensa, y nunca siguiendo razonamientos arbitrarios, coyunturales o adecuados a las circunstancias particulares. Del mismo modo, y para facilitar el buen hacer y el desempeño de la labor de periodistas y gráficos, debería informarse previamente a estos profesionales de cuáles son esas nuevas rutinas y no tratar de imponerlas por la fuerza modificando las normas establecidas durante muchos años.

La Asociación de la Prensa de Jerez transmite su apoyo a todos los profesionales que estos días, por primera vez, no han podido acceder libremente a las dependencias municipales y agradece la solidaridad que otros colectivos ciudadanos o sindicales han mostrado con estos trabajadores de los medios.



LA JUNTA DIRECTIVA DE LA APJ

martes, 18 de mayo de 2010

Una vieja historia de amor

Conozco a Sole y a Raúl desde que tenía 16 años. Y puedo asegurar sin ningún tipo de reparos que esta década de amistad ha sido una de las mejores experiencia que me ha otorgado la vida. No es nada fácil encontrar buenos amigos, esos que sin que digas una sola palabra saben que algo no va bien y te dan un abrazo, te consiguen sacar una sonrisa o simplemente te piden que des un paseo con ellos por la playa. Esos que en los malos momentos aprietan los dientes contigo y te vuelven a recordar que la vida es bella y hay que aprovecharla al máximo. Esos que en las noches de fiesta te hacen reír, te sacan a bailar a pesar del cansancio o buscan cualquier excusa para presentarte a algún que otro chico guapo. Esos que en tardes lluviosas te invitan a ver una película, a tomar un café o sencillamente te proponen pasar horas hablando con ellos de los divino y de lo humano como si fuéramos a arreglar el mundo. Esos que están siempre ahí, cuando se les necesita y cuando no, de los que a diario aprendes cosas buenas.

Tengo que reconocer que en ese sentido he tenido suerte. Tengo muchos amigos, pero Sole y Raúl ocupan un lugar especial. Ellos son diferentes. Me han enseña que el amor mueve montañas y es capaz de tirar al suelo de un plumazo las murallas más altas. En una época en la que permanecer al lado de una persona 15 años es una auténtica odisea, ellos van y lo consiguen. Y no sólo eso, han logrado constituir una familia de la que, casi sin quererlo, me han hecho participe. Por eso y por cómo son los adoro y, como dice la Esteban, MATOOOOOOO.

Recuerdo el día en el que me enteré que Sole y Raúl esperaban su primer bebé. La verdad, es que fue una mezcla de sensaciones muy raras. Entre la sorpresa y la alegría, la incertidumbre pero la confianza ciega de que serían unos padres excepcionales. Hoy Gonzalo tiene cinco años y está hecho un auténtico campeón. Todavía le queda mucho camino por recorrer, pero estoy convencida de que gracias a los padres que tiene este trayecto estará lleno de amor. La llegada de Hugo se podría decir que fue desestabilizadora, pero no por ello menos importante. Personalmente no lloré tanto como con Gonzalo (la experiencia es un grado) pero fue igual de emocionante. De eso hace dos años ya. ¡Cómo pasa el tiempo! Esos mocosos se han convertido en parte de mi vida, una parte muy importante.

Poco a poco Sole y Raúl han creado una familia de esas que todos querríamos tener y que tengo la suerte de tener cerca.

Hace menos de 48 horas que Sole y Raúl nos comunicaron que por fin se casan. La fecha y el lugar escogido:  el 25 de junio de 2011 en Zahora. No podía ser de otra forma: en la playa. Cuando me enteré los nervios y la emoción se desprendían de todos los poros de mi piel. Y es que esperaba esta noticia desde hacia mucho tiempo. Sé que ese día lloraré muchísimo pero será mágico, inolvidable e irrepetible. Un acontecimiento que tendré la suerte de vivir junto a ellos.

Sole y Raúl son el ejemplo más claro de que el amor sigue existiendo a pesar de que muchos proclamen su muerte. Ellos conocen sus misterios y consiguen que gente como yo tengamos fe ciega en que en algún lugar del planeta existe esa persona con la que compartir el resto de tu vida. Sólo hay que encontrarla, y nadie dijo que fuera fácil.

viernes, 14 de mayo de 2010

Luchar, luchar y luchar

Desde hace casi un año, una persona a la que estimo enormemente padece una dura enfermedad a la que intenta plantar cara a diario. Su lucha, la de él y su familia, se ha convertido en la lucha de todos aquellos que por diversos motivos le hemos conocido y compartido con él agrables momentos a la sombra de un árbol centenario de la jerezana barriada de Las Tablas o disfrutado de sus paellas y barbacoas, mientras que analizábamos la realidad de una localidad tan compleja como Jerez. Sé que las ansias de seguir viajando, de ver a sus dos soles (una morena y otra rubia) triunfando en los escenarios o pasear junto a su insuperable compañera de aventuras le está dando fuerzas para pasar este mal trago y que dentro de unos meses estaremos de comilona abriendo una buena botella de vino que tengo reservada para tal ocasión.

Pero mientras tanto, las idas y venidas desde Sevilla para recibir la radioterapia se hacen eternas. No logro comprender cómo el Hospital de Jerez, perteneciente a una población de más de 200.000 habitantes y que atiende a pacientes de toda la provincia de Cádiz, no tiene en marcha una sala de radioterapia. Esto, señores, clama al cielo. De hecho, es inaceptable. Y no entiendo como nadie denuncia esta alarmante realidad en ningún medio de comunicación local. Que un paciente con cáncer tenga que recorrer más de 180 kilometros a diario para recibir su correspondiente tratamiento (entre la ida y la vuelta a Sevilla), es de juzgado de guardia. Sin contar que muchas de estas personas no tienen como ir y venir, por lo que se trasladan en las correspondientes ambulancias que les facilita el SAS, un transporte que para evitar pagar el peaje utiliza el camino más largo, la Nacional IV, y donde van incómodamente sentados tras recibir unas duras sesiones de radioterapia que te dejan totalmente noqueado.

¿No les da vergüenza a las autoridades competentes que esto esté ocurriendo? Ellos que presumen de Sanidad Pública... Jerez necesita un servicio hospitalario completo y de calidad, no parches, como las obras de ampliación que se están ejecutando y que nos vendieron como el remedio a todos nuestros males, y que como era de esperar van con retraso. Jerez sí necesita un segundo hospital y aunque ahora tengamos que apretarnos el cinturón por la actual situación económica, en las agendas de nuestros magnificos políticos ésta debería ser una prioridad absoluta. Y es que en cualquier momento, cualquiera de ellos, de nosotros, podemos requerir de estos servicios sanitarios, porque nadie está a salvo de esta enfermedad.

Mientras tanto, luchar, no rendirse y mirar al futuro con la certeza de que todo irá bien es lo que nos hace seguir hacia delante. Apretar los dientes y estar junto a quienes lo necesitan, aunque en muchas ocasiones no lo hagamos tanto como deberíamos. Por ello, porque a veces estoy ausente quiero disculparme.

Sé que todo irá bien y, después de los examenes de las oposiciones de algunas y antes de que otras voleis a New York, estaremos celebrando que los viajes a Sevilla y las visitas médicas forman parte de una etapa dura pero superada que nos ha abierto una nueva puerta hacia un futuro donde volveremos a debatir sobre la vida y su complejidad a la sombra del árbol, junto a la huerta, y con un hombre formidable en todos los aspectos.


miércoles, 7 de abril de 2010

Aclarando algunos términos

Desde hace algunas semanas, he observado en los medios de comunicación y algún que otro espacio divulgativo, como la incultura y la ignoracia de algunos compañeros periodistas (y algún que otro magistrado, que puede saber mucho de leyes pero de cultura general anda corto) rozaba el absurdo. Utilizar términos como feminismo para intentar ofender a alguien o para desprestigiar a un determinado grupo de personas es síntoma de desconocer, en primer lugar, qué significa dicho término, y después, de lo rídiculo que se puede llegar a ser.

El feminismo no es otra cosa que la denominación que en su dia se dio a un movimiento de mujeres que luchaba por salir de la esfera de lo privado, y que imploraba porque ésta fuera tratada como ciudadana con plenos derechos, algo que se nos ha negado hasta hacer muy poco. Ser feminista no es querer ser más que ningún otro ser humano, sencillamente sigue siendo una forma de luchar por la igualdad, exigiendo abiertamente que no se nos discrimine porque en nuesro carné de identidad ponga que nuestro sexo es mujer.

Para aquellos que anden perdidos les daré una pequeña reseña historia  con sus correspondientes anotaciones:

A pesar de que el feminismo parece haber dado uniformidad a una compleja batalla, es importante tener en cuenta que la realidad es muy diferente, y es que dentro de los movimientos feministas han existido y existen diversas corrientes. Para entender mejor esa gran gama de teorías o visiones que imploran por la igualdad entre sexos es importante hacer un repaso a la historia de una lucha que, a pesar del tiempo transcurrido, se mantiene con mayor o menor intensidad dependiendo de la zona del mundo donde nos encontremos. De hecho la realidad de la mujer en países como Irán, Sudán, Egipto o Afganistán dista mucho de la que vive este sexo en Occidente o Latinoamérica, y por ello al margen de las teorías feministas, existen movimientos muy dispares adaptados a la forma de vida de cada zona.

Los primeros síntomas de que un cambio importante se avecinaba en Occidente se dieron durante la época de la Ilustración Francesa. Las mujeres comenzaban a tomar conciencia de su situación, una realidad que las oprimía y que les negabas cualquier tipo de derechos, ya que hasta ese mismo instante, el sexo femenino se había mantenido a la sombra del varón. En 1789, las damas no sólo tomaron las calles iniciando la Revolución Francesa, sino que también exigieron acceder a la política mostrando claramente unas exigencias que se centraban en la exclusión de los varones de los oficios de las mujeres, el acceso a la escuela, una mayor protección de sus intereses económicos y personales en el matrimonio y la familia y, cómo no, el derecho de las mujeres a contar con una representación política propia. Crearon clubes sociales y tras la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano (1879) alzaron la voz para exigir que se las tuviese en cuenta. Olimpia de Gouges publicó, dos años más tarde, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana donde dejó muy claro que “una mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos”. La mujer debía poder subir al cadalso y por tanto exigió el derecho de que ésta estuviera representada en la elaboración de las leyes que la juzgaba.

Pero en Francia estos primeros golpes en la mesa de las mujeres intentaron ser silenciados de muy diversas formas. De un lado, filósofos como Jean-Jacques Rousseau o Immanuel Kant intentaron justificar de todas las formas posibles la “necesidad” de que las mujeres permanecieran recluidas en la esfera de lo privado. Argumentaban, entre otras muchas cosas, que ellas eran seres sentimentales no racionales por lo que no podían pertenecer al mundo de la política. Esta negativa a cambiar el orden establecido en relación a la diferencia de sexos se endureció aún más durante la etapa jacobina que cerró todos los clubes y sociedades femeninas, mandó guillotinar a mujeres como Olimpia de Gouges y endureció las leyes contra la mujer con el fin de que ésta volviera a al hogar.

En 1804, Napoleón Bonaparte, en su Código Civil, excluyó a las mujeres de los derechos civiles y las definió como menores de edad, siempre tuteladas por sus maridos o padres, norma que en muchos países occidentales se mantuvo hasta hace muy poco.

Es importante señalar que en 1792, una librepensadora de excepción, Mary Wollstonecraft, publicó Vindicación de los Derechos de la Mujer donde expuso la clave para que la mujer lograra su emancipación: la educación. A lo largo de esta obra, Wollstonecraft defendía el hecho de que si una mujer ha sido educada correctamente estará capacitada para razonar y poder dirigir el destino no sólo de su familia sino también de la sociedad. Rechazó “la ciega sumisión” del sexo femenino y fue tajante con el sexo masculino: “me parece que los hombres actúan de modo muy poco filosófico cuando tratan de lograr la buena conducta de las mujeres manteniéndolas siempre en un estado de infancia” .

Además de ello, en Francia las fábricas comenzaban a llenarse de obreras que tomarían conciencia de su situación, de forma progresiva, al observar las grandes desigualdades que en este terreno existían entre hombres y mujeres, como el hecho de que ellas estaban pero pagadas a pesar de desempeñar los mismo trabajos que ellos. Así, a las mujeres burguesas de clase media que habían iniciado la lucha por los derechos de la mujer se les fueron sumando otros perfiles de damas que pusieron de manifiesto que el cambio había comenzado.

En EE UU, la lucha por la abolición de la esclavitud y la reforma religiosa que tuvo lugar a mediados del siglo XIX hizo que las mujeres norteamericanas reflexionaran seriamente sobre su situación. Asimismo, en 1848, se llevó a cabo el Primer Congreso Feminista en tierras estadounidenses. Fue en Séneca Falls, un pequeño pueblo del estado de Nueva York, y sus artífices fueron Lucrecia Mott y Elizabeht Cady-Stanton. En él se reclamó la igualdad entre los hombres y las mujeres, la equidad salarial, el derecho a la libertad, al patrimonio, al empleo, a la educación, a la participación política y la abolición de la doble moral sexual. Tras la negativa del Estado norteamericano a otorgar el derecho al voto a la mujer y la obtención de éste para el hombre negro, Susan B. Antony y Elizabeth Cady-Stanton constituyeron la Asociación Nacional Americana Prosufragio de la Mujer, con lo que inauguraron la larga etapa de mayor militancia reivindicativa centrada en el sufragio hasta que éste fue concedido en 1920.

Volviendo a Europa, se debe indicar que en esta primera ola del feminismo hubo numerosos movimientos que exigieron en cada uno de los países de este continente que la mujer alcanzase el estamento de ciudadana exactamente igual que los varones.

Una vez que el sufragio femenino fue conseguido de forma progresiva en países como Inglaterra, España o Francia el feminismo entro en una segunda fase: se analiza el papel que ocupa la mujer en la sociedad y se pide una redefinición del mismo. Escritoras como Simone de Beauvoir, quien publicó en 1949 su obra titulada El Segundo Sexo, propusieron la creación de una nueva mujer que diera la espalda a los roles tradicionales donde el sexo femenino había sido destinado a ser esposa y madre. Asimismo, De Beauvoir defendió la idea de que “la mujer se hace, no se nace”, ya que hay que separar la naturaleza de la cultura porque las mujeres somos una construcción cultural. Más tarde, las ideas de Betty Friedan, a través de su libro La Mística de la Feminidad (1963), muestran que el rol tradicional que la mujer desempeña la asfixia. Y es que aquellas mujeres que se han comportado como “debían” (es decir, se han casado, han tenido hijos y desempeñan las labores del hogar) se dan cuenta de que se sienten vacías. Un mal que no tiene nombre les oprime el pecho y les hace salir a la calle en busca de aquello que les llene de felicidad. Las mujeres deciden cambiar su estado en la sociedad e inician una trayectoria que les llevará a exigir leyes más igualitarias como una reforma en la ley del divorcio, que se condene la violencia sexista y que se dignifique el trabajo doméstico. Esto sin obviar que la conciencia de tener una sexualidad propia comenzaba a dar pasos firmes entre una mitad de la población que jamás había pensado en ello de forma clara y pública. Así, se exige el derecho al goce del sexo y se inician las reivindicaciones relacionadas con el uso de métodos anticonceptivos como la píldora o el derecho a que la mujer pueda decidir en temas como el aborto.

De esta forma, se llega a la tercera ola del feminismo donde las mujeres insisten en la necesidad de llevar a cabo un nuevo pacto social. El sexo femenino en Occidente ha conseguido salir de la esfera privada a la pública, ser reconocido, tener autonomía, pero para que este sistema se sustente es necesaria una democracia paritaria que rompa con los techos de cristal femeninos que aún hoy existen. Y en eso andamos metidas algunas, aunque a muchos les de miedo que rompamos el orden que ellos han establecido o se empeñen en despretigiar un lucha que, repito, sólo pide igualdad.

Ya estoy un tanto harta de escuchar bobadas sobre el feminismo. Ojála no fuera necesario alzar esta bandera, porque significaría que hemos logrado alcanzar nuestro objetivo. No obstante, me parce a mí que todavía nos queda mucho por trabajar, y hablo sólo en Occidente, porque si ya focalizamos nuestra atención en otras zonas... apaga y vamonos.

Y sí, soy feminista.

jueves, 4 de febrero de 2010

Voto sin candidato

Dicen que Pacheco está preparando su vuelta a los ruedos y que muchos lo esperan con verdadera ansias. Dicen que Pilar Sánchez está quemada políticamente hablando y que ha conseguido hacer bueno al antiguo alcalde. Dicen, dicen y dicen... y la verdad es que yo escucho y reflexiono sobre estos asuntos de forma un tanto alarmada. Y es que me preocupa que en esta ciudad no haya una sola alternativa de Gobierno coherente, franca y sincera.

De un lado, está María José García Pelayo, que últimamente está trabajando (junto a su equipo) de forma incansable para hacerse ver y oír en todas partes. Las elecciones están a la vuelta de la esquina (queda poco más de un año) y en el PP están mostrando ya su mejor cara. Me consta que la candidata popular se está rodeando de gente fresca, joven y con ganas, que pueden encauzar el rumbo del partido en Jerez, pero para mi el problema está en que hay que cambiar algo más. Y es que tal vez María José García Pelayo no sea la mejor candidata para el PP. Su imagen está algo desgastada y a muy pocos se les olvida que en su momento rompió un pacto de Gobierno para aferrase a otro donde le regalaron (sin merecerlo) el sillón de Alcaldía. Además, lo ha intentado ya varias veces, así que es mejor que dé paso a caras nuevas. Me atrevo a asegurar que si María José gana las próximas elecciones en Jerez, no será porque quienes vayan a votar prefieran su proyecto al de los demás partidos, sino más bien por descarte. De hecho, Pilar Sánchez se lo está poniéndo muy fácil a la oposición.

Por otro lado, nos encontramos con la posible vuelta de Pedro Pacheco. Si algo lamento de veras, es no seguir trabajando en un medio de comunicación local para asistir a tal acontecimiento. Tengo que reconocer que Pacheco nunca ha sido (ni será) santo de mi devoción, pero es un tipo que me hace gracia. Además, me consta que desde que se retiró, la vida política de la ciudad es más aburrida al no tener esos grandes titulares de prensa con los que todos los días descubríamos algo más de su compleja relación con la actual alcaldesa. Don Pedro, como le llaman todavía algunos, sabe que tiene un pico de oro, y aunque sea ofensivo en muchas ocasiones, eso a nosotros los periodistas nos encanta. De hecho, recuerdo como cada vez que Pacheco convocaba un acto (da igual que fuera para dar un paseo por la Plaza del Arenal o una vista a una asociación) en la redacción había tortas por ir. Es más, al que le tocaba esa perita en dulce sabía que tenía la jornada resuelta y que iba a firmar al día siguiente la noticia más leída del periódico. Porque Pedro Pacheco, el cacique de Jerez, nunca pasaba desapercibido.
Cuando decidió asumir su gran derrota y abandonar la política, muchos siempre creímos que sería algo temporal y, según dicen, eso parece. Ahora comentan por las calles que Pacheco vuelve y a mi me sale una sonrisita. Más de una se pondrá de nuevo nerviosa porque al diablo, que es viejo, hay que tenerle un poco de miedo y respeto. No obstante, soy de las que piensa que la era Pacheco acabó hace cuatro años y me llevaría una gran sorpresa si en las próximas municipales diera la campanada con ese nuevo partido que ha surgido de la mano de algunos veteranos presidentes de asociaciones de vecinos.
No creo que Pedro Pacheco sea tampoco el candidato adecuado para volver a dirigir Jerez. La ciudad necesita sabia nueva, no glorias del pasado que igual pactan con la derecha que con la izquierda con tal de mantenerse en el poder.


Después tenemos a Joaquín del Valle. Mi Joaquín del Valle. Hace muy bien su trabajo en la oposición dentro de las escasas posibilidades que tiene, pero carece por completo de carisma para llegar algún día a ser una altenativa fuerte a la alcaldía de Jerez. Él lo intenta, pone sobre la mesa todas las cartas, crítica sin ningún problema a los socialistas y acude a todos los eventos en los que debe estar, pero a Izquierda Unida le hace falta un equipo que se haga más visible, más mediático y, sobre todo, con ansias de más. Joaquín sería un perfecto delegado de Participación o de Distrito, incluso de Urbanismo (entiende tela de estos asuntos), pero no lo veo de alcalde, la verdad.

Y Pilar. Pilar Sánchez. Qué mal ha aprovechado estos cuatro años de mayoría absoluta!!! Qué mal!!! Creo que si no fuera por el equipo que tiene (y no todos, hay que decirlo) se hubiese hundido hace mucho tiempo. Me da rabia, sinceramente lo digo, que una mujer que fue tan activa, cercana y comprometida cuando estaba en la oposición se haya convertido en una alcaldesa prepotente y narcisista. Aún está a tiempo de hacer una reflexión autocrítica de su gestión y bajarse del pedestal en el que se ha subido ella solita. Pilar, no se puede contratar a tu marido como jefe de Gabinete de Alcaldía, pagarle más de 50.000 euros al año y quedarte tan pancha. No se puede tener más de una veintena de asesores que cobran todos un dineral (aunque ahora les bajes el sueldo) y pasar de las críticas. No se puede plantear un Expediente de Regulación de Empleo Temporal en el Ayuntamiento y no hablar antes con los sindicatos. No se puede ignorar a las barriadas cuyas asociaciones de vecinos son críticas con la gestión municipal. No se puede ni se debe pasar de tus delegados de Alcaldía. No se pueden tomar decisiones polémicas para después dar marcha atrás, dejando a algunos de tus delegados con el culo al aire o dando una imagen pésima (el asunto de la calle Porvera, el dispositivo de la motorada en la ciudad...). No se puede ir llorando por las esquinas porque se le debe dinero a la seguridad social o no se paga la luz en el PCTA e irte de viaje a cargo del Consistorio con una tropa de personas. No se puede dar una imagen de señorita Rotenmeyer en todos los plenos, y es que parece que está en una clase controlando a los alumnos y no en una sesión plenaria. No se puede apelar siempre a que el paro desaparecerá en la ciudad cuando IKEA abra sus puertas, porque eso, Pilar, es mentira. Hay que escuchar a todo el mundo y asumir las cifras negativas del paro. Porque para eso eres la alcaldesa y te pagan por ello. Y lo más importante, hay que parecer que trabajas, no sólo hacerlo. Porque la imagen en la calle es de que este Ayuntamiento no hace nada. Yo lo siento por aquellos que a diario sí se dejan la piel en ese Consistorio desarrollando proyectos que en 25 años ni siquiera se habían planteado y cuyo trabajo pasa desapercibido de forma injusta y hasta cruel.
Hay delegados magníficos en este Ayuntamiento, pero que están ensombrecidos por una dirigente a la que el puesto de alcaldesa le queda un poco grande.
Por eso, no veo tampoco que Pilar Sánchez sea una buena candidata para la ciudad ni para el PSOE. No creo, como muchos aseguran, que en las próximas elecciones se dé un batacazo semejante al de Pacheco, de hecho yo pienso que sigue teniendo todas las posibilidades de ganar las elecciones (aunque eso sí, no con mayoría absoluta). Pero para ello, o cambian a la candidata o ella transforma su actitud. En fin, ya se verá.


Y en cuanto al resto... la verdad es que a excepción de UPyD, no creo que ni PA ni PSA (lo siento por Santiago Casal) logren mucho en las próximas elecciones, aunque eso nunca se sabe.


Lo cierto y lo fijo es que ante este panorama, no se que voy a hacer con mi voto. Tal vez, lo que me dice Antonio, a veces en broma, sea la única salida: alentar a un grupo de personas jóvenes, con preparación, experiencia e integradad a que constituyan un nuevo partido. No obstante, creo que eso lo dejaremos para la otra vida, porque en ésta no sé yo si conseguiremos convencer a alguién para que cree una agrupación que nos devuelva las esperanzas.